miércoles, 21 de agosto de 2013

Las ventajas de hablar claro…

Si se reserva el derecho de admisión, también puede reservarse el derecho a la expresión. Cada vez que intento hablar, simplemente la conexión mente-lengua, no funciona, no sé si será porque siempre oí decir que la gente no piensa lo que dice y pues como a mí no me gusta ser esa parte a los que catalogamos “el montón…”
Es que para hablar o dices algo muy muy inteligente en lenguaje coloquial denominado comúnmente sarcasmo o recalcas lo obvio  o te limitas a ser gracioso bien sea por las estupideces que dices o por tener el verdadero don de ser alegre y ver las ridiculeces y anécdotas como oportunidad de participar y compartir en la vida. Pero qué rayos pasa conmigo que no encajo en ninguna de estas descripciones, intento ser muy muy inteligente y sincera, sin ser graciosa pero haciendo hincapié en que dómino el tema. Y termina pasándome lo mismo que en las exposiciones. El miedo escénico me consume, no logro mejorar el silencio y prefiero callar y cuando decido decir algo la idea no logra materializarse. Las palabras simplemente se escapan cual interrupciones y no logran coordinar un mensaje sincero sin ser austero.
Me veo atropellada por un cumulo de ideas interesantes que decido callar pero que sé que si lograra decirlas, captaría la atención de los escuchas y me verían como alguien interesante no por sabionda o por tímida sino por ser una posibilidad en un buen dialogo y no simplemente una espía con la necesidad de ser aceptada, dejándome llevar por la corriente o diciendo “Si” a propuestas tontas o “yo también” cuando hablan de un gusto mutuo y es que definitivamente, la necesidad de una buena primera impresión siempre se me escapa de las manos y me frustra no lograr decir lo que pienso y quedarme pensando lo que me hubiese gustado decir. No subestimemos el poder del lenguaje.Básicamente no hay segundas oportunidades para hacer click con alguien, y que se dé una relación simbiótica ya sea de amistad, de conocimiento, de pasatiempos, de necesidades, de soluciones en sí de gustos o disgustos mutuos que me permitan colaborar o que me colaboren a ser un mejor ser humano sin atragantarme con palabras que debí o pude haber dicho y no dije. Por eso prefiero escribir, porque hablando pierdo el tiempo y escribiendo logro leerme a mi misma para saber en qué debo trabajar.
Por estas razones las ventajas de hablar claro, con fortaleza, seguridad, inteligencia y precisión, es lograr demostrar que eres tú mismo, expresar aquello que no se vé “los pensamientos” y que así como hablas estas dispuesto a saber escuchar para aprender y dejar en marcha el circulo de la libertad y la pluralidad de ideologías.

Pe...pe.. pero nadie me lee, nadie me escucha, entonces paa.. para que hablo o pa..pa...para que escribo... Pues para mí, para reflexionar y para mantener abierta la psibilidad de crecimiento personal.

lunes, 8 de abril de 2013

Delirio de Poder


El delirio de poder se repite en todas partes: los que están reprimidos con ideales de inclusión, seguridad, respeto, luchan y ascienden, pero una vez montados en el poder, pierden el horizonte, se corrompen y generaron una nueva forma de caos, de desigualdad, de egoísmo y en vez de funcionar, cual rompecabezas, donde las diferencias encajan y nos permiten construir un mundo mejor, las usamos para dividir, lastimar, excluir, ofender.
Se ve desde los sistemas mas bajos, hasta los mas altos, la educación, los empleos, la política, la religión, el deporte, la sociedad.
La humildad se ha fugado de los corazones, el miedo ha hecho casa con muros altos para mantener encerrada la luz de la esperanza. Y la competencia, impera como una pelea cínica y disimulada llena de vanidad y resentimiento donde todo permanece estático a través de los siglos y es que mientras no solucionemos esto, caeremos una y otra vez en el mismo ciclo. 

El delirio de poder es un arma de corrupción que nos consume poco a poco cuando nos creemos instintivamente derrotados, es una inseguridad inherente al miedo y por lo tanto, "debemos" aprovechar ese minúsculo momento de éxito, al máximo,  sin dejar para nadie, pues en algún momento pensamos que perderemos todo lo que tanto esfuerzo nos costo, bien sea con la muerte o con el tiempo, lo que nadie nos ha dicho es que son nuestras obras las que sobrepasan el tiempo y nos hacen vencedores e inspiradores para otros, eso es lo que se perpetúa para la sociedad, ese es el legado que dejamos a la humanidad

Nos mantenemos limitados por nosotros mismos, nos sentimos inseguros de lo que podemos lograr, nos enseñan a obedecer, incluso aquel rebelde, creativo que alguna vez fuimos, termina subyugado por las normas y el paso de la vida. Carecemos de libertad y valentía porque así lo hemos decidido, porque antes de conquistar algo afuera debemos conquistarnos adentro y es que ningún sistema, ningún equipo, ningún grupo, ninguna pareja puede estar bien por mucho tiempo sí el individuo, no esta bien, podemos ayudar a otros pero si esta persona no se ayuda a si misma, mas temprano que tarde se convertirá en una carga que debilitara a los demás  sino decidimos para nosotros tarde o temprano culparemos a los demás por lo que nosotros mismos nos hicimos.

Y es que VIVIR es un equilibrio, para el cual debemos echar mano a nuestros valores y principios para mantenerlo.

Por: Paola Chourio