Estos poemas los hice en un momento de bloqueo mental, como muchas veces he dicho mi idea era que “los fracasados son los que desisten” y esto me llevo a usar de forma inapropiada cuatro años de mi vida viviendo cada día como el anterior; hasta que un día desperté y decidí abandonarlo todo y empezar a buscarme a mi misma, porque en realidad no me conocía, no sabia quien era yo misma. En ese momento solo intentaba cumplir una meta, pero luego me detuve en mi camino y vi que no tenia un proyecto de vida, no me veía como nada ni como nadie a futuro, entonces decidí construirme paso a paso, conocerme y valorarme; yo había perdido el entusiasmo y había ganado un miedo al exterior y a la vida del cual hoy aun no logro recuperarme, empecé a temer y a encerrarme por miedo de volver a perderme y a no saber porque lucho en esta vida, aún hoy a casi un año después sigo buscando una motivación para iniciar un nuevo día y hacerlo diferente al anterior, mis logros en este año de “encierro” han sido conocerme a mi misma recuperar mi fe, aprender a orar, luchar por mis sueños, buscarle lo bello a lo simple y recuperar muchos pasatiempos que tenia mucho tiempo sin practicar como por ejemplo: escribir, que tanto me gusta y me desahoga, dibujar, cocinar, leer, no por estudiar para pasar un examen sino por el hecho de aprender y adquirir un nuevo conocimiento.
Este mismo miedo, a perderme de nuevo, ha hecho que no recupere la motivación, aun no hago lo que quiero y además a este consomé de vida que estoy preparando le falta la sal de la motivación y las especias del proceder porque los ingredientes de sueños y anhelos ya los tiene y el agua de la existencia me la regalaron mis padres al nacer.
He aquí un ejercicio que aprendí para desahogar la mente solo toma lápiz y papel y deja a tu imaginación volar; dibuja o escribe locuras, tal vez sin sentido, pero que al finalizar tendrán algún significado para ti, en este o en otro momento de tu vida.
Escritos del 15 de agosto de 2005:
Confusión en el tiempo